Duelo. A mi madre
Gina Zabludovsky Kuper
10 de Mayo , 2010
Eras la luz, sin ti me he quedado en tinieblas.
Fuiste un enorme y frondoso árbol que siempre me cobijó; un cálido y mágico brebaje que me permitía digerir los sorbos difíciles; una deslumbrante mesa siempre engalanada por tus creativos ornatos y, dispuesta a recibir a todos.
No he podido decirte cuánto te extraño, no he podido pedirte que me acompañes y protejas unos años más.
Sin ti soy un ave de alas rotas, pero también una araña que construye y se aferra a su tejido para no caer en el precipicio.