Una mujer cálida, una mujer elegante
Martha Esther Villanueva Tovar.
De mirada y sonrisa profundamente elegante, capaz de trasmitir con ellas un gran y profundo abrazo cálido, como el sol. Abrazo que extiende a todos a los que se dirige. Es lo que la convierte en la mujer más elegante que he conocido, es lo que la hace única. La fuerza de su elegancia radica en su capacidad de brindarse, de brindar calidez a todas las personas que se han aparecido en su camino, en su gran paseo por el mundo. Me han dicho que ella se ha ido, pero yo sé, que eso no es cierto, porque cuando recuerdas su mirada y su sonrisa te inunda ese abrazo cálido.
Quién, con solo evocar su recuerdo es capaz de seguir prodigando calidez… ha encontrado la formula de permanecer perenne, de no irse.
Además yo la he visto apenas hace un par de días… en una mirada tímida y fugaz de uno… y por un solo segundo, en la sonrisa de otro más de los tuyos, de ésta forma es como se dibuja apenas su silueta, como el delicado bosquejo de un virtuoso artista, y sé que es ella, que se asomas alegre, divertida, amable para saludar… mi muy querida, cálida… profundamente elegante… Alinka Kuper Zabludovsky
Con cariño, admiración y respeto.