May
3
2010
Amy Schildhouse Greenberg
Alinka Kuper Zabludovsky was everyone’s sweetheart. Babies drooled at the sight of her, other women wanted to be her friend, and naturally, men adored her. She was unusually beautiful. I remember, upon meeting her in the 1980s, remarking that she was certainly the prettiest woman in Mexico.
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May
3
2010
Gina Zabludovsky Kuper
Acaricio tu collar
juego a que estás conmigo
bajo el árbol que daba sombra a su cuarto
me refugio
y lloro tu ausencia.
Abr
27
2010
Tatiana Espinasa Yllades
“Ser nada más
y basta.
Esa es la absoluta dicha.”
(Jorge Guillén.)
Para Alinka:
Vi entrar a una mujer hermosa, mayor, con la edad de quien ha vivido la vida y ha aprendido a amarla, a gozar del tiempo más allá de sus monótonas horas de hastío y sus días muertos, más allá del dolor o del miedo; me cruce con una mirada amable, de esas que te invitan al diálogo, lejos de cualquier juicio, en un acogimiento casi maternal…
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Mar
26
2010
Nedda G. de Anhalt
El año fue 1986. El mes debía ser junio. ¿Por qué ese mes específicamente si la Copa Mundial de Fútbol No. 13, que se llevaba a cabo en México, duró del 31 de mayo hasta el 29 de junio…? El 21 de junio se conmemoraba un aniversario de bodas más de esa pareja mítica conformada por Olga y Rufino Tamayo.
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Ene
31
2010
Buba Stillman
Cuando supe de la muerte de mi querida amiga Alinka, pensé con tristeza que se había cerrado otro capítulo irreparable en cuanto al calor que cada uno de nuestros afectos importantes nos procura a través de a vida.
Cuando Gina, su tan querida hija me dijo que pensaba hacer un libro homenaje con la colaboración de los que fuimos amigos de Alinka, una ráfaga de calor a través de mi cuerpo ya que, me invadieron mis recuerdos de cuarenta años que pasé con mi querida amiga Alinka y tuve la sensación de recuperarla, aunque solo fuera para volver, desafortunadamente a perderla.
Para poder enumerar las cualidades de Alinka tendría que llenar largas listas con adjetivos en superlativo, por lo que me limitaré a decir que fue una hija, hermana, esposa y madre de gran dedicación y entrega. Siempre que me mencionaba a su familia, lo hacía con amor y orgullo.
Jamás escuché de boca de Alinka una mala opinión sobre nadie ni una sola crítica, lo cual todos sabemos que esta es una cualidad que rara vez se encuentra. La vida la dotó de una gran belleza física , en especial por sus expresivos y hermosos ojos verdes, los cuales desprendían lucecitas e iluminaban todo su rostro. En su vida social ocupó un lugar preponderante, al lado de su esposo, al cumplir con dignidad y destreza con las obligaciones que una activa vida social y de alguna manera pública impone que, debido a su innata suavidad y buen gusto, siempre fue aceptada y querida en todos los medios.
Quisiera terminar este pequeño tributo diciendo que jamás olvidaré las tardes de café al lado de mi querida amiga Alinka y hasta que yo viva, Alinka vivirá dentro de mí.