Sep
2
2009
Susy Pick
Cuando inivité a Alinka al Consejo de Administración del Instituto de Familia y Población (IMIFAP) que yo presido, me contestó que no podía aceptar debido a que tenía muchas cosas que hacer pero me preguntó qué es lo que necesitábamos y como nos podía ayudar. Yo la puse al tanto de los múltiples problemas que teníamos en ese momento para impulsar nuestros proyectos en Chiapas.
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Sep
1
2009
Dan Schlusselberg
Dear Gina,
Renee told me that you were collecting memories that people had of your mother, and there is one interesting one that oddly enough always makes me remember her.
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Ago
29
2009
Gracias por invitarme a colaborar en estas memorias. Desde que mi abuelita, Lili Levin, me dijo que tenías este proyecto yo me puse a escribir, incluso desde antes…
La primera vez que yo escuché el nombre de Alinka Zabludovsky y que ella apareció en mi mente y en mi panorama, fue en la sobremesa en casa de mis abuelitos. Yo tenía unos quince o diez y seis años, y sabía que me gustaría estudiar arquitectura algún día. Siempre crecimos conociendo el apellido Zabludovsky por Jacobo o por Abraham, y realmente no sabíamos mucho de Alinka, pero mi abuelita nos dijo que ella y el arquitecto eran sus amigos, yo me emocioné.
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Ago
29
2009
Mina Levin
Desde que yo conocí a Alinka, siempre tuve mucho cariño por ella. Tenía una energía muy positiva Era una mujer muy especial.
La amistad entre nuestras familias empezó desde hace mucho, cuando mi hermano Arturo se hizo amigo de su hijo Jaime. Pero, aunque Alinka y mi mamá se conocían desde hace mucho, fue a raíz de que enviudaron cuando empezaron a compartir muchas cosas en común.
Mis hijos decían que Alinka era la medicina de mi mamá. Cuando la veía mi mamá se transformaba, era como si le hubieran dado un medicamento que le levantaba el espíritu. Alinka llevaba a mi mamá a la clase de cine, a las exposiciones, al teatro. Con ella se estaba en constante actividad. Esta relación se convirtió en un pilar en la felicidad de mi mamá, cuando la veíamos contenta nosotros decíamos “seguro estuvo con Alinka”.
Nosotros la invitábamos a cualquier cumpleaños o reunión que teníamos por pequeña que fuera, era un verdadero gusto.
¡Con cuánto cariño remodeló las oficinas de Abraham para hacerse su departamento, que le quedó precioso!: Me encantó que su recámara la hiciera justo en donde era la oficina de él. Luego supe que cuando él vivía, ella siempre tenía un despacho al lado para estar junto a él.
Nosotros fuimos a la presentación del libro de Abraham en Bellas Artes y luego, la última vez que lo vi, con Alinka fue en una exposición en este lugar. Él andaba en silla de ruedas También me los encontraba seguido en aeropuertos cuando él venía de algún viaje o de una obra al interior.
Alinka manejaba muy bien las relaciones públicas y lo hacía de una forma muy natural. Era amiga de todos los gobernadores
Nosotros siempre vamos a recordar a Alinka con muchísimo cariño. A todos nos dolió muchísimo su pérdida.
Ago
26
2009
René Rozen
Alinka tenía una cualidad muy especial. En cada ocasión me hacía sentir como alguien querida.
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